Tal vez te encontraría en mi alma,
entre conspiraciones de mis recuerdos.
Y sin saber del motivo de tu existencia,
que como hallazgo te encontré,
al girar por la calle de siempre.
Y yo que sé del punto exacto ,
en el que tu risa topó con mi espalda...
No sé si fue el destino,
o el libre albedrío
en una mera casualidad,
o tan solo una simple coincidencia ...
Ojalá tu risa
nunca hubiese chocado con mi espalda ,
en la esquina
al girar por la calle de siempre.
Maldito accidente,
en aquella mañana
del mes de abril...
tu risa derramó mi café
en mi camisa favorita,
mi espalda se tornó helada
cuando no tenía abrigo ,
me dejaste sin ojos,
cuando no llevaba gafas
para tapar la desgracia.
No sé si es porque no volví a ver igual
o porque ahora siento frío en la espalda ...
Y yo que sé
del punto exacto en el que
desembarcó la nave del destino
al girar por la calle de siempre...
Lo cierto es que
pude contemplar
las manos,
los brazos,
y los cuellos
a los que habías reído antes de mi espalda.
Admítelo café engreído
sé que decidiste quedarte exento del amor,
deja las miradas ,
las risas
y todas tus fórmulas,
de la forma más seductora de manchar una camisa .
La ignorancia que corroe tu sangre ,
tal vez sea capaz de sanarse
y admitir que fui la única espalda que deseaste.
Sé que después de lo vivido ,
hoy deseas
helar las manos de otras ,
que te mantienes ajeno a la idea de haberme proclamado
un "Te quiero",
y que la ignorancia ya no es la que afecta tus cíclicos remordimientos.
Sé que deseas ,
que te vuelva a abofetear
por el irremediable café que
como serendipia apareció en aquella mañana.
Sé que me amas,
pero yo nunca más volveré a manchar mi camisa favorita.
LORENA MIGUÉLEZ CALVO.
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