sábado, 21 de marzo de 2020

El viento escarlata

Rasguños en las fresas
han retorcido mi curiosidad,
dejándome seca.

Las farolas tintinean,
y en las calles traviesas 
cambian las pisadas.

En las puertas, las maderas,
tan rojas como abiertas,
solo te llaman a entrar.

El rojerdor abruma mis manos,
y, cuando calzo mis zapatos,
mis llaves se asustan y me arrastran.

Fuera, cuatro esquinas más allá,
lejos de donde los ojos brillantes
nos enseñaron a ser ciegos,
la noche aguarda llena de luces,
y la música, la música...
la música te encandila y nos atrapa.

Y cuando el tiempo ya se había detenido,
y las risas eran tan intensas
que nos vaciaban el corazón...
nuestras voces hablaban como niños,
mientras recordábamos en las miradas
todo lo que nos llenaba de ilusión.

El reloj cruzaba por la sala
como algo trascendental.
Nadie atendía la carrera de sus manecillas.

Hasta que llegaron las 12,
y nuestros sentidos se llenaron
en aquellas campanadas. 

El ultimátum, que en un nuevo amanecer 
nos llenaba de miedo, de curiosidad, 
y alentaba con esperanza nuestras almas.

jueves, 19 de marzo de 2020

Verte ir.



Me encierro en tu pelo
y siento que nuestra noche se acaba
en este cielo amarillo.

Las luces nos esperan dormidas
esperándonos para encenderlas,
mientras damos vueltas  en este vacío
que me salva en la perdición.

Lo sobrenatural de nuestras miradas
cuando nos revolcábamos en la música.

Nuestros corazones
expuestos,a la intemperie,
no temían a amar.

Y cuando te beso, me besas y me desvanezco.
Te miro en los ojos de tus labios
y tus dientes acarician mi piel.

Ya solo siento, si te siento.

La paz renace si estás cerca,
los susurros se alejan de mi
y los precipicios nos avivan.

Nuestras pieles trazan dibujos
en los silencios, y el arte
se sella con nuestros cuerpos.

El tiempo se llena de quietud
entre nuestros pies,
el ensordecedor segundero
me tortura en este abrazo,
y el horizonte se aclara en añiles,
malvas, y estrepitosas nubes.

La luz naranjada brilla en tu piel,
y me deslumbra en las ganas.

Cada minuto me araña,
y el reloj te pesa en la muñeca.

Siempre nos quedará la eternidad
para bailar juntos de nuevo,
en otra noche amarilla.

El rastro de tus pasos deja un brillo cegador
que se refleja en mis lágrimas,
verte ir...nunca había dolido tanto.





domingo, 25 de agosto de 2019

Todos los dias a las 7 y cuarto.



En su piel parapetan mis dientes,
y sus pasos, tan robustos,
son cada vez más extraños.

Los destinos que nos arrullan
mientras me refugio en mi pecho.
El recuerdo me ataca , los hechos.

Esquirlas cubren las vistas,
y mis ojos, ensombrecidos,
son expertos en memorarte.

Universos paralelos tras los espejos,
la decadencia , aterradora,
deshace los deseos.

Las llegadas son siniestras,
porque en las noches
seduce a los transeuntes.

Son eternas las esperas,
mientras caminaba en la oscuridad
de aquellas calles sin aceras.

Bastaron siete segundos
para que los vidrios mordiesen mis encías
y los bancos abanicasen mi tristeza.

¿Cuál fue el cobijo del peligro?
¿Dónde aguardabas esperando ?
¿Y si fuesen escogidos ?
Tus asaltos.

A menos cuarto
nos reímos,
a las siete en punto
nos amamos,
a y cuarto 
tus ojos nunca habían dolido tanto,
y a y media ...

A y media salgo , caigo,
siento que el vacío me atrapa,
y me deja inerte en la calzada.

A las ocho menos cuarto te veo,
huyo de tu sombra y corro hacia ti.

Cicatrices de otras vidas en tu piel.
Atemorizada , quiero descubrirte.
¿ Qué me pasa ? ¿ Qué es esto?

Ansío vernos en las salidas,
¿Escapas de ti o de mi ?

Llegaste, 
y aprendí a verte.
Me miraste,
y olvidé la cordura.

Hoy te veo a las 7 y cuarto,
yaces junto a mí,
y aunque el ruido nos arropa,
el silencio nos invade.

Ahora no vale nada 
que desnudes tu alma,
oírte ya deshizo mis corazas.

Un abismo entre nosotros,
un aliento de locura
que hace tiempo perdimos.

Añoro el terror que sentía,
cuando me besabas y caía
en el precipicio de las nueve.

El tiempo me rasga las heridas,
y duele tanto no verte,
que mi odio escuece.

Tu existencia alarmaba a las masas,
y a mi tu semblante me inquietaba. 

¿Acaso te amaba?
No , nunca, nunca, nunca.

Vuelvo a volver ha perseguirte, 
para ver si te encuentro
entre estos bosques dormidos
para herirnos y robarnos.

Seguirás helando las manos de otras,
dedicando miradas sin discreción;
atracando almas y palabras
que hoy corrompen mi voz .

Todos los días a las siete y cuarto
juego un pulso con el pasado.
Me montó en el metro y no te veo.

Ya no recuerdo las veces 
que te he pensado,
y aunque ya no lo escuches...

Hoy , acabando con toda mi conciencia,
he susurrado un te quiero
que le he dedicado a tu ausencia.
Me he dado cuenta de que nos amábamos.

jueves, 11 de julio de 2019

Doble filo


Un destello alumbra tu boca
y las miradas extrañas
atacan al mirlo con palabras obscenas.

La luna prohíbe mi entrada.
Su piel fina y etérea, merodea en sí.

Cierra su desnudez tras las cortinas,
cada paso certero de nuestros desvaríos
que en un trazo cercan tus sentidos.

Cipreses que desde el minarete
parecen llamarnos entre los susurros
de esta noche tan fría , como inerte.

Búhos que cantan al cuco y no a las 12.
Versos , que como besos,
te quieren pero no te aman.

Nuestros pies descalzos tantean
la humedad de esta medianoche.

Y cuando las aguas de la ribera
se deslizaban entre las orillas,
me escuchaste entre voces.

Mientras tu cordura agonizaba
presa del agua que me asediaba
me atrapé en tus brazos.

Amaneció,y la luz del crepúsculo
acarició altiva mi silencio.

En mi rostro las lágrimas
trazaban los dibujos.

Y el rocío, el testigo de mis heridas,
besó mis manos
y calló, por siempre.

lunes, 27 de agosto de 2018

Querido odio

Cuando me atrapes
vestida de fiesta
cuando el rojo discierna azul
y la bestialidad me llame
en música de orquesta.

Como si las ilusiones
se disfrazasen
de nubes despistadas
y los cielos gritasen
morado.

Ayer , en el tapiz de niebla
que me cegaba sin advertencias
seguía aterrada e indecisa...
por  todos los caminos
de invisibles senderos.

Cómo si no hubiese más opciones.
En un mundo lleno de personas
que se esfuerzan en amarrarse
a toda la neblina de sus vidas,
por que temen ver todos los caminos.

Irritas , maltratas,
pegas y  gritas,
ciegas, callas y lastimas.

Y a pesar de todo el valor
la fuerza ,
y el coraje .

Pocos tienen el valor
la fuerza y el coraje,
de luchar contra ti
en el campo de batalla
llamado vida.

Tu fuerza incalculable sigue
amordazado las noches
y oscureciendo los días.

Cómo si callases bocas
igual que desgarras corazones.

Destrozas vidas sin piedad
Opuesto al amor
Opuesto a la vida.

Y  la humanidad seguirá siendo
una esfera sin salidas
mientras  sigas entrando
por las puertas
y el optimismo nunca pase de los timbres.

jueves, 23 de agosto de 2018

Falsos espejismos.

En la sencillez de cada esquina
en las ventanas ,
y en los balcones
aguarda la complejidad
de todos los besos
que hoy lamentas...

Cómo esclavo del pasado en lunas eternas,
recuerdas donde pudimos alentar nuestro amor .

Sigo imaginando que me regalas  las luces y las velas ...
Y que yo te cuento todas las pestañas.

En las calles oscuras y traviesas ,
donde como dos amantes nos encerrabamos en encuentros clandestinos...

Esperándote dentro de tu cabeza,
Sigo persiguiendo cada paso que perdimos.

Y que como una psicópata
sigo pensando que
dentro de un sueño ,
de un sueño , de otro sueno ... de un sueño.
Sigo soñando que todo fue real.

Desde todos mis reflejos

Desde todos mis reflejos, alborotados y estrambóticos ...
Converso con mis manías
Hablo con mis imperfecciones
me descubro en mis sonrisas...

Cómo si otro universo me retase
en esta celda llena de falsedades,
entre el tumulto me escondo
avergonzada, repudiada...
transito las calles desorientada.

Me pregunto si es esa ,
la que yace valiente y con coraje
me pregunto si es esa....
...la mujer fuerte.

Ayer corrí en vano por el mar
nadé en el bosque
,baile en el cielo
saludé a las serpientes
,a las ardillas raras
y todos los bichos del cielo.

Cómo al vecino y al carnicero
dos mundos paralelos
un mismo destino.

Y aunque esté perdida
en una habitación sin salidas
Sigo aprendiendo a quererme
desde todos mis reflejos.

LORENA MIGUÉLEZ CALVO